La única manera de tener éxito como empresa es tener algo único e irrepetible que los demás no tengan, que permita que los clientes solo puedan dirigirse a nosotros para satisfacer sus necesidades. Ese algo adicional se llama ventaja competitiva.
Para ello, deberás tener en cuenta que esta ventaja competitiva no será fácilmente imitable, en ese sentido, por ejemplo si decimos "bajaremos los precios", la competencia también lo podría hacer y por ende, te verías en la obligación de volverlo a bajar, y claro, la competencia también seguiría tus pasos por lo que entrarían a una guerra de precios en la que el única que gana es el cliente.
Para ello, deberás tener en cuenta que esta ventaja competitiva no será fácilmente imitable, en ese sentido, por ejemplo si decimos "bajaremos los precios", la competencia también lo podría hacer y por ende, te verías en la obligación de volverlo a bajar, y claro, la competencia también seguiría tus pasos por lo que entrarían a una guerra de precios en la que el única que gana es el cliente.
La ventaja competitiva de una empresa radica en su habilidad, recursos, conocimientos y atributos, entre otros, de los que dispone, y que nos permite resultados mejores a los demás. Por lo tanto, mientras más ventajas competitivas se tengan y mejor se logre sostenerlas en el tiempo, más posibilidades de éxito se tienen. El planeamiento estratégico debe encargarse de planificar cómo lograr este objetivo.
Si se tiene clara la misión y visión de la empresa, se cuenta con valores y políticas definidas y se ha identificado las ventajas competitivas con las que se cuenta, lo siguiente es iniciar a aterrizar las ideas acerca de hacia dónde dirigirnos.
El primer paso será reducir la visión a conceptos más puntuales y concretos, de menor aliento: los objetivos estratégicos.
Una forma fácil de identificar si se han planteado bien los objetivos es aplicando un modelo llamado SMART, por las iniciales (en inglés) de las características con las que deberían cumplir:
o S = Específico
o M = Medible
o A = Alcanzable
o R = Realístico
o T = Tiempo (es decir, si tiene indicado el plazo de cumplimiento)
Como punto de partida de sus actividades, la empresa deberá decidir, de forma general, por dónde buscará explotar sus ventajas competitivas. Esto se realiza, básicamente, de acuerdo con tres grandes modelos, identificados por Michael Porter, llamados Estrategias genéricas. A continuación, se explican los rasgos más importantes de cada una de ellas, utilizando como ejemplo el mercado mundial de gaseosas:
Por ello, deberás siempre recordar los siguientes aspectos:
La misión es la razón de ser de la empresa hoy; la visión, el sueño de lo que quiere llegar a ser en el futuro.
Los valores son principios que nos permiten orientar nuestro comportamiento.
Las políticas son guías del pensamiento en la toma de decisiones.
Las características de los objetivos son las siguientes:
• Debe ser medible.
• Debe tener un tiempo establecido.
• Debe tener un responsable.
Las estrategias genéricas (liderazgo en costos, diferenciación y enfoque) son modelos básicos que rigen cómo una empresa se quiere posicionar ante los clientes.
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